🔹Desde el psicoanálisis relacional se plantea el encuentro genuino con el paciente como la vía principal para abrir un espacio potencial de cambio en el o la paciente.

⠀

🔹En este espacio, es donde el sentido del humor puede llegar a ser una de las experiencias de encuentro más significativas entre paciente y terapeuta.

⠀

🔹Por tanto, la capacidad de humor como recurso terapéutico, debe ser la expresión de una disposición auténtica entre ambos participantes que permita la experiencia de encuentro entre ambos. ⠀

En este encuentro, se puede llegar a producir una transformación interna en la persona.

⠀

🔹Kohut plantea el humor como una transformación del narcisismo que permite al “Self” (las partes de uno/a mismo/a) alcanzar estados de mayor cohesión y fortaleza.

⠀

🔹Siguiendo a Buechler (2015) podemos considerar el humor como una capacidad que permite la emergencia de emociones tan importantes como la alegría, considerada por esta autora como el “antídoto universal” ante el dolor y una emoción imprescindible en la terapia.

⠀

🔹Por todo ello, consideramos que en el encuentro terapéutico la importancia del humor viene dado por su cualidad de regulación emocional (Socarides & Storolow, 2013).

⠀

🔹El sentido del humor tiene diferentes FUNCIONES REGULADORAS en el campo de la terapia que implican capacidades tanto del o de la terapeuta como del o de la paciente:

⠀

• Desdramatización de las experiencias dolorosas y/o traumáticas.

• Reconocimiento de nuevos aspectos de la persona a través del humor.

• Resiliencia.

• Aceptación del dolor transformado en sabiduría.

• Manifestación de Apego seguro y buen vínculo entre paciente y terapeuta.

⠀

🔹El sentido del humor no puede considerarse una “técnica” o “instrumento” terapéutico que pueda manejarse y aplicarse de manera protocolizada o de manera racional, sino un aspecto genuino que no puede forzarse.

⠀

🔹 En los tiempos que corren,  podemos apelar al sentido del humor con un buen amortiguador de la incertidumbre, del miedo y de la desesperanza 😉